En días pasados producto de
una afirmación -que sostengo-, en el sentido que este es un sexenio perdido
para los potosinos, el Secretario de Desarrollo Social, Fernando Chávez, contesta,
refutando mis declaraciones, acto que celebro, pues nos da la oportunidad de
evaluar el gobierno en turno.
Difícil por dónde empezar,
pues prácticamente en todas las áreas existen rezagos y abandonos, corrupción,
venganzas, rencores e impunidad, sin objetivos claros, rumbo, estrategias y
metas a seguir.
Sin ir muy lejos, el pasado
Domingo 30 de Noviembre, el Periódico Pulso, da a conocer las cifras emitidas
por el Portal de semáforos económicos "México ¿cómo vamos?, iniciativa de
monitoreo del Instituto Mexicano de la Competitividad y de México Evalúa, para
lamento de los potosinos, con profunda tristeza nos ubican por los suelos, un
Estado mal pagado, estático, con decrecimiento económico y pobre.
En el rubro de
Infraestructura, al parecer lo más sobresaliente y visible es la construcción
de invernaderos particulares propiedad de la familia Toranzo, ya que el resto,
la carretera de Rayón a Valles, fue obra de la anterior administración así como
lo relativo a la presa de El Realito.
La inseguridad en estos
últimos años nunca se había descompuesto tanto: secuestros, balaceras,
ejecuciones, robos, violaciones, extorsiones y una cantidad enorme de
etcéteras, con resultados desastrosos.
De transparencia ya mejor ni
hablamos, cada vez que se pide algo: un documento, contrato, gasto o cualquier
cuestión derivada de la acción pública, terminan con pretextos para no
entregarlo, todo lo esconden, de eso existen infinidad de ejemplos, a grado tal
que el mismísimo Comité Ciudadano de Transparencia sufre las de Caín, sin
obtener respuestas.
En realidad, nada para
enorgullecernos, continuamos como un Estado fallido, no pintamos a nivel
nacional, en tanto, que la federación tiene problemas mayores a los que aquí
padecemos, en consecuencia no somos en estos momentos una prioridad, sin
embargo, estamos ciertos, que en estos últimos años la calidad de vida ha
bajado sustancialmente en todos los aspectos.
También, para ser honesto,
no es solamente una cuestión del gobierno en turno, sin duda, responsable
principal de la catástrofe, pero no el único. Los ciudadanos estamos obligados
a actuar, a exigir, a reclamar, a ser críticos, a observar y a denunciar.
La respuesta de Fernando Chávez,
no solo es insuficiente, también es sesgada y parcial. Entiendo que lo hace por
órdenes de su jefe y no por motu propio. Aquí el problema radica en que siguen
pensando que todo está bien, que su administración es la mejor. Se engañan a sí
mismos, eluden la realidad, maquillan las cifras y, se vuelven ciegos y sordos.
El panorama no es alentador,
es preciso unir esfuerzos para salir del atolladero, no es cuestión partidaria
sino de potosinidad, de organización cívica, de concientización y educación, de
ética y responsabilidad, de un llamado a la reconciliación, que no va a llegar
por Decreto, sino por las reivindicaciones, la restauración del tejido social y
la aplicación justa de la ley.
Entiendo que las
unanimidades no existen, hay de todo en la viña del señor, por eso nos duele
aun más, que haya maderas que no agarran barniz.